Su casa era un «búnker informático». Desde allí controlaba numerosos equipos informáticos. Era su centro de comunicaciones. Sven Olaf Kamphuis, nacido en Alkmaar (Holanda), residía en España, en un domicilio de Granollers. Y, ajeno a las miradas del mundo, ha sido uno de los supuestos «hackers» que consiguieron llevar a cabo el mayor ataque a internet de la historia.
Pero el ahora detenido
no pretendía hacer caer la Red, sino que su objetivo era «apagar» la
compañía suiza Spamhaus. Tras una disputa con Cyberbúnker, empresa
holanda de servicios de alojamiento web, el informático lideró una serie
de ataques de denegación de servicio (DDoS) que colapsó durante horas
las páginas de internet. Pero aquella no era su intención.
Kamphuis se desplazaba por diferentes puntos de la
geografía española en una furgoneta que utilizaba como oficina
informática móvil, dotada de diferentes antenas para escanear
frecuencias. Una investigación policial permitió atribuir la
responsabilidad de los ataques al grupo «Stophaus», cuyo organizador,
Sven Olaf Kamphuis, residía en España.
Las primeras investigaciones se iniciaron en Holanda después de que en
marzo se detectaran una serie de ataques informáticos contra la compañía
antispam (correos o mensajes basura).
El informático holandés se hacía llamar cb3rob
y, desde su perfil en la red social Facebook, ha venido contando sus
peripecias. Sin ocultarse lo más mínimo. Allí le ha dado a «me gusta» a
páginas como «Dzhokhar Tsarnaev -uno de los supuestos terroristas que
sembró el pánico en el Maratón de Boston- es inocente», diferentes
filiales del grupo de «hacktivistas» Anonymous o del Partido Pirata de
Holanda.
En marzo, una entrevista realizada en marzo al portal Heavy.com aseguraba
que el objetivo era apagar Spamhaus, «no atacar a internet en su
conjunto», por sus «tácticas mafiosas». Allí declara que tiene un
«problema con los sionistas», aunque no necesariamente con los judíos en
general. En otra entrevista, esta vez con RT, manifestaba que no creía que sería detenido.
La detención en España se produjo después de la
colaboración entre las autoridades de los diferentes países en la Unidad
de Cooperación Judicial de la Unión Europea (Eurojust). Se espera
Kamphuis para ser entregado a la Fiscalía holandesa pronto.
Durante su detención, el arrestado decía ser diplomático y
«ministro de telecomunicaciones y asuntos exteriores de la república del
Cyberbunker». En el registro de su vivienda, en el que participaron
policías holandeses, fueron intervenidos dos ordenadores portátiles y
documentación diversa relativa a su actividad delictiva. La Policía
Nacional subraya que «la perfecta coordinación internacional entre los
países afectados fue clave para la investigación».